Protegido por las sierras de Aralar, Urbasa y Andía, al noroeste de Navarra, se encuentra el hermoso valle de Sakana, un largo corredor de verdes praderas y antiguos bosques de robles y hayas. A ambos lados del río Burunda-Arakil, que recorre el valle de este a oeste, se encuentran sus 30 pueblos, que hasta hace pocos años se agrupaban en las comarcas de Burunda, Aranatz, Ergoiena y Arakil. En el centro, se levanta el monte Beriain, también llamado San Donato, con su magnífica presencia es símbolo del valle y el punto más alto de una sierra que es frontera bioclimática y cultural entre la zona atlántica y la mediterránea.

Biaizpe (Dos Hermanas), el monte Erga y el paso de Oskía lo cierran por el este y por el oeste se abre a la Llanada Alavesa y a Gipuzkoa con el parque natural de Aratz-Aizkorri.

En los rasos de estos montes, junto con caballos y vacas, pasta la oveja latxa, tan presente e importante en Sakana, sobre todo por el excelente queso que con denominación de origen de Idiazabal, uno entre tantos alimentos que elaboran los productores locales; txistorra, una hogaza de pan o miel puede ser un buen obsequio para llevarte a casa.

Experimenta las miles de historias que los habitantes del valle de Sakana tienen guardadas para ti a lo largo del valle. Ferias, fiestas y romerías son algunas de las tradiciones que conservan en sus pueblos.